La conexión entre Saturno y el Sol abre un portal magnético que permite la entrada de partículas cargadas de alta energía.
La complejidad de los campos magnéticos y la interdependencia de los distintos cuerpos celestes de nuestro sistema apenas están siendo dimensionadas. Interacciones magnéticas que permiten una transferencia de partículas de alta energía entre el Sol y otros planetas habían sido observadas antes hasta Júpiter. Pero ahora un equipo de científicos de las universidades británicas UCL y el Imperial College han logrado detectar una estructura de cuerdas magnéticas que revelan lo que se conoce como "reconexión magnética" entre Saturno y el Sol. Este complejo proceso hace que el campo magnético se doble en una forma helicoidal y abra una especie de portal por un tiempo determinado.
Las cuerdas magnéticas o estructuras helicoidales son llamadas también "eventos de transferencia de flujo"; abriendo el portal magnético, estos eventos hacen posible el ingreso de partículas solares a los diferentes planetas. Las condiciones que permiten la formación de los eventos de transferencia de flujo se presentan en menor grado entre más distancia existe entre la magnetósfera de un planeta y el Sol, por lo que no se tenía total seguridad sobre si esto ocurría también en Saturno.
La observación fue posible gracias a la sonda Cassini, que explora el sistema saturnino desde 2004; este vehículo espacial de la NASA estimó que la cuerda de flujo puede tener un tamaño de hasta 8,300km de ancho.
En el caso de la Tierra, anteriormente se calculó que los eventos de transferencia de flujo se manifiestan aproximadamente cada 8 minutos.