MEDITACIÓN: La Mente Silenciosa por Krishnamurti


 

 

La dificultad de los seres humanos es que nunca han observado

un árbol, un pajaro, sin división.

Y debido a que nunca observan totalmente a un árbol ó un pájaro,

no pueden observarse a sí mismos completamente.


 

La experiencia personal tiene muy poca validez en los asuntos religiosos;

no obstante, los seres humanos han dado importancia a la persona.

La persona representa la tradición, la autoridad , la forma de vivir,

y a traves de eso esperan conseguir o alcanzar la iluminación o el cielo.

Pero la experiencia personal no tiene ningún valor en relación con la verdad.


 

Así, pues, negar la experiencia personal

es negar el “yo”, porque el”yo”

es la esencia misma de toda experiencia,

que es el pasado.


 

Porque la verdad no es algo que uno experimente;

la verdad no es algo hacia lo cual uno avanza gradualmente;

no es a traves de innumerables días de práctica, de sacrificio,

de control, de disciplina, que uno puede alcanzarla.


 

Si lo hace, entonces es una experiencia personal, y si se trata

de una experiencia personal, entonces hay división entre el “yo”,

la persona y la cosa que uno experimenta. Aunque uno intente

identificarse con esa experiencia, seguirá habiendo división.


 

¿Puede el hecho de ajustarse a un modelo – sea el que sea -- conducir a la verdad?

Es obvio que no.

Quizás recuerden ustedes la historia de cómo el diablo y un amigo suyo estaban paseando por la calle cuando vieron delante de ellos a un hombre que levantaba algo del suelo y, después de mirarlo, se lo guardaba en el bolsillo. El amigo preguntó al diablo:

“¿Qué recogió ese hombre?” “Recogió un trozo de la Verdad”, contestó el diablo. “Ese es muy mal negocio para ti, entonces”, dijo su amigo. “Oh, no, en absoluto”, replicó el diablo, “voy a dejar que la organice”.

 

Al ver cómo las religiones organizadas realmente han destruido la verdad,

inculcando en el ser humano mitos absurdos para que se porte bien,

si uno se da cuenta de todo eso, ¿ qué lugar tiene entonces la meditación?

¿Qué lugar tienen los guías, los gurús, los salvadores, los sacerdotes? .....


 

¿Es la meditación algo que deba practicarse diariamente?

Practicar significa conformarse con un modelo, imitar, reprimir....;

ya sabe, todo lo que está implicado en el conformismo.


 

¿Acaso uno medita porque se trata de una larga y establecida tradición?

¿Meditamos por eso? ............


 

¿Qué es la meditación tradicional, ya sea cristiana, hindú, budista, tibetana ó Zen?

Ya sabe: todas las diferentes meditaciones y sus escuelas, para mí eso

no es meditación en absoluto. Entonces ¿qué es meditación?.


 

¿Porqué hacer de la meditación un problema?

Los seres humanos tenemos suficientes problemas, tanto físicos como psicológicos.

¿Porqué hacer de la meditación un problema más?

¿Por qué añadirle al ser humano un problema más, cuando ya tiene miles?


 

¿Es la meditación una forma de evadirse de los problemas,

de evitar lo que realmente es y, por tanto, no es meditación en absoluto?

¿O la meditación es comprender el problema de vivir?


 

Si meditar representa un problema, si uno hace de la meditacion otro problema ....

por ¡Dios! Déjela. ¿Comprende que quiero decir?


 

Personalmente, niego toda esa clase de meditación, toda práctica,

el constante repetir una palabra como hacen en India, en Tibet,

por todo el mundo, ya sea el Ave Maria o cualquier otra palabra.

Repetir, repetir, repetir; eso no tiene ningún sentido:

vuelve a la mente más absurda y grotesca de lo que es.


 

A menos que el ser humano sea una luz para sí mismo,

nada tiene importancia, porque si depende de alguien,

se encuentra entonces en un estado de perpetua ansiedad.


 

Primero tiene que solucionar sus problemas, ¿no es así?.

Debe poner orden en la casa, en la casa en la que vive,

y esa casa es el “yo”

-- mis pensamientos, mis sentimientos, ansiedades, culpa, pena,....--,

debe poner orden ahí.

Sin ese orden, ¿cómo seguir adelante?.


 

No estoy buscando orden; estoy viendo que hay desorden

y quiero saber porqué lo hay. No pretendo encontrar orden,

porque entonces aparecen todos los gurús y todo lo demás.


 

De modo que no deseo orden; sólo quiero descubrir

por qué en nuestras vidas hay tal caos y desorden.

El ser humano tiene que descubrirlo,

no pedirle a alguien que le diga si hay desorden.


 

Si uno intenta solucionar el desorden será siempre alguna idea

preconcebida del orden; es decir, según el orden cristiano, el

orden hindú, el orden socialista, el orden comunista ...; cualquier orden.

Mientras que si uno observa completamente el desorden, entonces ahí no hay dualidad.


 

Mirar el desorden sin el “yo”. ¿Es eso posible?.

Porque entonces eso es meditación.

¿Lo entiende señor?, no toda esa tontería de la que hablan.


 

Observar sin división, observar sin el “yo”, que es la misma esencia que el pasado,

ese “yo” que afirma, “debería”, “no debería”, “tengo que”, “no tengo que”;

ese “yo” que dice: “ he de alcanzar”, “ he de llegar a Dios”, o lo que sea.

Entonces, ¿es posible observar sin el “yo”?.


 

Uno no puede experimentar la inmensidad del océano.

Ahí está para que uno lo mire; pero no es su océano.

Así pues, si deja todo eso a un lado surge la pregunta:

¿es posible observar sin el “yo”?; observar este desorden total

de los seres humanos, sus vidas, el modo en que viven...;

¿es posible observarlo sin división?


 

Para observar totalmente,

no debe haber ninguna evaluación en absoluto


 

La meditación no es la búsqueda de una experiencia trascendental

que le proporcionará gran energía para volverse más malicioso.

La meditación no es un logro personal, ni sentarse cerca de Dios.


 

La meditación es un estado de la mente en la cual el “yo” esta ausente y,

por tanto, esa misma ausencia trae orden, y deber haber ese orden para seguir adelante.

Sin ese orden las cosas se vuelven absurdas.


 

¿Puede la mente observar sin tiempo, sin la memoria,

que es el alimento de la mente?


 

Como ve señor, después de todo, lo único que uno puede hacer es señalar y ayudar

a la persona a ir hacia la puerta; pero de ella depende abrir esa puerta.


 

Una mente que ha investigado, que ha indagado todo esto,

se vuelve extraordinariamente activa y, por tanto, silenciosa.


 

Para observar el desorden, el “yo” con sus recuerdos,

con sus estructuras del tiempo, no debe estar presente;

entonces en esa cualidad hay una quietud en la mente que observa,

y esa quietud no es algo que se consiga por ninguna práctica,

sino que viene con naturalidad cuando uno tiene orden.


 

La dificultad de los seres humanos es que nunca han observado

un árbol, un pajaro, sin división.

Y debido a que nunca observan totalmente a un árbol ó un pájaro,

no pueden observarse a sí mismos completamente.